Cuando la desgracia llama a tu puerta...
Publicado: Dom Ago 13, 2017 2:57 am
Hola amigos,
Les cuento esto a manera de catársis, porque hace bien poder desahogarse y compartir las penas...
El martes en la madrugada alrededor de la 1:00 am nos despertamos sobresaltados por unos golpes y ruidos que provenían de nuestro garaje. Con tanta inseguridad reinante Ivan pensó que alguien se había metido a robar y salió a enfrentarse con los maleantes...
Lo que se encontró fue el propio infierno...
Enormes llamaradas se elevaban por encima del techo de nuestro garaje (que afortunadamente queda separado de la casa) donde estaban nuestros dos coches y todo lo que usualmente uno acumula en los garajes: pinturas, gasolina, herramientas, materiales de construcción, maderas, láminas plásticas de techo, los diferentes "ingredientes" para la preparación del sustrato de los cactus, las mallas de sombreo, plástico agricola, abonos químicos... entre muchas otras cosas, todas por supuesto extremadamente inflamables.
Ya TODO estaba ardiendo cuando llegamos...
Estábamos desesperados, sin saber qué hacer, nada funcionaba, desde nuestras cabezas hasta los teléfonos, pasando por las mangueras y los extintores. Afortunadamente los vecinos escucharon las repetidas explosiones y vinieron corriendo a ayudar: a punta de baldes de agua sacados de nuestra piscina armable se logró controlar el incendio y que no se extendiera más ni alcanzara la casa.
Luego se pudo poner a funcionar el tanque hidroneumático y se terminó de refrescar todo con la manguera.
Se perdieron muchas cosas, pero lo peor fue la pérdida total de los dos coches: vivimos en las afueras de la ciudad y el poder movilizarnos es vital para nosotros. No tenemos seguro, solo lo básico, porque las cuotas últimamente se habían vuelto impagables para nuestro bolsillo...
Afortunadamente no hubo daños personales: Ivan quedó con algunas quemaduras en las manos y en los brazos, estas últimas causadas por el asfalto hirviendo que goteaba de las láminas del techo, pero nada grave y ya se está recuperando.
Ya han pasado 4 días, hemos despejado buena parte de la zona del desastre y recogido el grueso de los escombros. Lo demás se irá haciendo poco a poco.
Aún sigo traumatizada: cualquier ruido fuerte, cualquier falla en la luz, cualquier humo u olor a quemado me produce ataques de angustia y las imágenes del incendio me vienen una y otra vez a la mente, supongo que con el tiempo se irán borrando.
Fue una experiencia horrible...
Lo que pasó no lo sabemos y supongo que no lo sabremos jamás. En el lugar donde se inició el fuego no había nada eléctrico, ni cables, ni enchufes ni lámparas... solo los dos coches. Aparentemente el fuego comenzó en uno de ellos: tenía más de 8 horas parado, no tenía puesta la llave del encendido, la batería estaba en su lugar al igual que los diferentes cables, los fusibles quemados pero intactos, nada anormal entre los restos del motor...
Un misterio...
Aún nos cuesta asimilar lo sucedido y estamos muy afectados: por las pérdidas y porque la movilidad es vital para nosotros, vivimos en las afueras del pueblo, nadie más tiene coche en el vecindario y todo se nos complica tremendamente.
Con la situación actual del país, comprar un coche es muy difícil pero estamos en la búsqueda de alguno usado a un precio razonable.
La gente de todas partes ha sido muy cariñosa y solidaria con nosotros y eso reconforta mucho
A continuación algunas fotos:
Saludos
Les cuento esto a manera de catársis, porque hace bien poder desahogarse y compartir las penas...
El martes en la madrugada alrededor de la 1:00 am nos despertamos sobresaltados por unos golpes y ruidos que provenían de nuestro garaje. Con tanta inseguridad reinante Ivan pensó que alguien se había metido a robar y salió a enfrentarse con los maleantes...
Lo que se encontró fue el propio infierno...
Enormes llamaradas se elevaban por encima del techo de nuestro garaje (que afortunadamente queda separado de la casa) donde estaban nuestros dos coches y todo lo que usualmente uno acumula en los garajes: pinturas, gasolina, herramientas, materiales de construcción, maderas, láminas plásticas de techo, los diferentes "ingredientes" para la preparación del sustrato de los cactus, las mallas de sombreo, plástico agricola, abonos químicos... entre muchas otras cosas, todas por supuesto extremadamente inflamables.
Ya TODO estaba ardiendo cuando llegamos...
Estábamos desesperados, sin saber qué hacer, nada funcionaba, desde nuestras cabezas hasta los teléfonos, pasando por las mangueras y los extintores. Afortunadamente los vecinos escucharon las repetidas explosiones y vinieron corriendo a ayudar: a punta de baldes de agua sacados de nuestra piscina armable se logró controlar el incendio y que no se extendiera más ni alcanzara la casa.
Luego se pudo poner a funcionar el tanque hidroneumático y se terminó de refrescar todo con la manguera.
Se perdieron muchas cosas, pero lo peor fue la pérdida total de los dos coches: vivimos en las afueras de la ciudad y el poder movilizarnos es vital para nosotros. No tenemos seguro, solo lo básico, porque las cuotas últimamente se habían vuelto impagables para nuestro bolsillo...
Afortunadamente no hubo daños personales: Ivan quedó con algunas quemaduras en las manos y en los brazos, estas últimas causadas por el asfalto hirviendo que goteaba de las láminas del techo, pero nada grave y ya se está recuperando.
Ya han pasado 4 días, hemos despejado buena parte de la zona del desastre y recogido el grueso de los escombros. Lo demás se irá haciendo poco a poco.
Aún sigo traumatizada: cualquier ruido fuerte, cualquier falla en la luz, cualquier humo u olor a quemado me produce ataques de angustia y las imágenes del incendio me vienen una y otra vez a la mente, supongo que con el tiempo se irán borrando.
Fue una experiencia horrible...
Lo que pasó no lo sabemos y supongo que no lo sabremos jamás. En el lugar donde se inició el fuego no había nada eléctrico, ni cables, ni enchufes ni lámparas... solo los dos coches. Aparentemente el fuego comenzó en uno de ellos: tenía más de 8 horas parado, no tenía puesta la llave del encendido, la batería estaba en su lugar al igual que los diferentes cables, los fusibles quemados pero intactos, nada anormal entre los restos del motor...
Un misterio...
Aún nos cuesta asimilar lo sucedido y estamos muy afectados: por las pérdidas y porque la movilidad es vital para nosotros, vivimos en las afueras del pueblo, nadie más tiene coche en el vecindario y todo se nos complica tremendamente.
Con la situación actual del país, comprar un coche es muy difícil pero estamos en la búsqueda de alguno usado a un precio razonable.
La gente de todas partes ha sido muy cariñosa y solidaria con nosotros y eso reconforta mucho
A continuación algunas fotos:
Saludos