Presentación
Publicado: Dom Nov 17, 2019 12:07 pm
Buenos días.
Quisiera presentarme para que sepáis de mi, porque a vosotros para mi sois muy conocidos. Soy uno de esos espectros que pululan por este foro desde hace meses... Nunca he participado porque no tengo mucho que aportar. Me parece que para decir qué bonito no merece la pena, y porque tengo alma de mirón. Pero se me ha afeado tanto la conducta, que me veo en la obligación de abandonar un poco este mirón que hay en mí. Es mejor decir "qué bonito" que no decir nada, así a los que participáis os parece que no habláis como los locos, para nadie. Pero realmente se os lee y mucho. En concreto yo he leído cosas aquí que no se ven en ningún sitio. Especialmente buenos son el diario de Lorete, el hilo de Opuntias es una maravilla y la entrada rebutiadictos es una enciclopedia... Os animo a que escribáis un libro que compraríamos encantados todos los aficionados...
Todo esto empezó en los últimos años de la década de los 90 del siglo pasado. Me mudé a un piso con patio y pensé... pondré plantas. Y compré jazmines, petunias, geranios, aromáticas y plantas similares... Un día de mayo, en un quiosco de plantas, se me ocurrió comprar un pequeño cactus, que venía en una macetita minúscula. No sé porqué lo hice. Los había visto muchas veces y nunca me dio por ahí. Pero ese día me llevé esa plantita, la cambié de maceta, le puse la misma tierra que a las petunias y la puse con las demás. El patio estaba orientado al sur, en Madrid, España. Regaba las plantas todas las tardes cuando por la bola de fuego se iba. Cuando se acabó el verano todas las plantas tenía un aspecto triste, ajado, de tanto sol, pero mi pequeño cactus había doblado su tamaño, no exagero; estaba precioso, reluciente, con unas espinas rojas, brillantes. Y ese fue el principio del fin porque lo mejor me estaba reservado para la siguiente primavera: sacó una corona de flores rosa fucsia y ... desde entonces hasta hoy. Esta es. Todavía la tengo.
Perdonad la foto, está desenfocada, mal iluminada. No se hacer fotos, lo siento.
Quisiera presentarme para que sepáis de mi, porque a vosotros para mi sois muy conocidos. Soy uno de esos espectros que pululan por este foro desde hace meses... Nunca he participado porque no tengo mucho que aportar. Me parece que para decir qué bonito no merece la pena, y porque tengo alma de mirón. Pero se me ha afeado tanto la conducta, que me veo en la obligación de abandonar un poco este mirón que hay en mí. Es mejor decir "qué bonito" que no decir nada, así a los que participáis os parece que no habláis como los locos, para nadie. Pero realmente se os lee y mucho. En concreto yo he leído cosas aquí que no se ven en ningún sitio. Especialmente buenos son el diario de Lorete, el hilo de Opuntias es una maravilla y la entrada rebutiadictos es una enciclopedia... Os animo a que escribáis un libro que compraríamos encantados todos los aficionados...
Todo esto empezó en los últimos años de la década de los 90 del siglo pasado. Me mudé a un piso con patio y pensé... pondré plantas. Y compré jazmines, petunias, geranios, aromáticas y plantas similares... Un día de mayo, en un quiosco de plantas, se me ocurrió comprar un pequeño cactus, que venía en una macetita minúscula. No sé porqué lo hice. Los había visto muchas veces y nunca me dio por ahí. Pero ese día me llevé esa plantita, la cambié de maceta, le puse la misma tierra que a las petunias y la puse con las demás. El patio estaba orientado al sur, en Madrid, España. Regaba las plantas todas las tardes cuando por la bola de fuego se iba. Cuando se acabó el verano todas las plantas tenía un aspecto triste, ajado, de tanto sol, pero mi pequeño cactus había doblado su tamaño, no exagero; estaba precioso, reluciente, con unas espinas rojas, brillantes. Y ese fue el principio del fin porque lo mejor me estaba reservado para la siguiente primavera: sacó una corona de flores rosa fucsia y ... desde entonces hasta hoy. Esta es. Todavía la tengo.
Perdonad la foto, está desenfocada, mal iluminada. No se hacer fotos, lo siento.