Hola a todos
Yo me considero purista, siempre lo digo. De momento (porque nunca se sabe) me gusta cultivar las plantas que me ilusiona poder visitar algún día en la naturaleza sin llegar a volverme loco todavía por el número de recolector.
No me gustan los cultivares, híbridos, crestadas, monstruosas, etc "per se", solo aquellas que me atraen estéticamente, no por su valor comercial, novedad y demás. No me gusta, pero respeto, el dedicar una colección completa a cultivares de unos cuantos géneros y pagar miles de euros por algunos de ellos. Por eso no me gusta que me llamen coleccionista, prefiero cultivador, amante o estudioso de los cactus.
No me gustaría tener una colección únicamente con cultivares de asterias, prácticamente todos iguales, unos con dos rayas en vez de tres, y otros con un poco más de fieltro que otros, pero todos demasiado parecidos a los ojos de este un amante de la familia Cactaceae al completo, suculentas y plantas en general. No le encuentro la gracia.
A veces hay quien se sorprende cuando ven que tengo E. grusonii, Cleistocactus strausii y otros cactus que podemos llamar para principiantes junto a otros tremendamente difíciles de cultivar, pero tengo que decir que me gustan mucho y siempre van a estar presentes en mi pérgola.
Me encanta un capricorne que tengo y que compré en Alcampo en Sevilla en el año 2000. Perfectamente etiquetado y con una cubierta de chinos amarillos. Todavía recuerdo la ilusión que me hizo encontrarlo tras leer tanto a cerca de él. Más tarde descubriría que venía de Cactus del Sur y que la letra de aquella etiqueta era de Luis Herrera. Lo mismo me ocurre con una Leuchtembergia principis que compré en un pequeño puesto de flores de Plaza del Duque (me encanta esta especie). Y lloré cuando perdí una Mammillaria prolífera espectacular que me acompañaba desde los inicios de esta mi pasión.
Admiro a los cultivadores que se saben los nombres de sus plantas, como es su hábitat, que conocen su historia, que andan siempre leyendo e investigando para identificar o mejorar su cultivo, admiro a este tipo de personas donde lo importante es evolucionar en este mundo, más allá de gastarse una millonada en un nuevo ejemplar tailandés y publicarlo en las redes como un trofeo de caza y poner uno al lado de otro sabiendo únicamente de ellos el precio que les costó o cuanto le han llegado a ofrecer por él.
Me encantan las colecciones con mucho buen hacer durante años, con ejemplares viejos, con historia. Mucho trabajo y constancia hay en ellas, y eso tiene mérito. En eso aspiro a convertir mi pequeño techado para cactus, con paciencia y aprendiendo todos los días.
La presentación es otro de mis objetivos, desprenderme de los horribles tiestos negros y una vez alcanzada la madurez de la planta, pasarlos a una buena maceta que realce su belleza.
Las variegatas son rarezas, plantas defectuosas que las hacen especiales. Una maravilla. Tengo algunas salpicadas en cultivo como muestra de lo caprichosa que puede llegar ser la madre naturaleza.
Estoy de acuerdo con los dos, maravillas pero en su justa medida, sin volverse locos.
Después del rollo que os he soltado, un saludo.