Por alguna razón que aún no entiendo TODAS las plántulas de una camada de Ferocactus wislizenii se alargaron de una forma rarísima, al punto de parecerse más a unos columnares que a unos Ferocactus.
Intenté plantar algunos tal cual, hundiendo todo el tallo largo en la maceta pero no me gustó cómo quedaron, así que hace algunos meses opté por guillotinarlos
Las cabezas enraizaron muy rápido y se pusieron gordas y hermosas en muy poco tiempo
Por su lado los "cuellos" empezaron a producir retoños
Ya llegó la hora de separarlos para producir nuevas "plantas instantáneas" que crecen rapidísimo
¡Entre los retoños encontré una cresta!
Y los cuellos ¡a parir nuevos hijitos!
En este caso resultó muy acertado el dicho aquél de que
"no hay mal que por bien no venga" : no solo no se perdieron las plantas por el percance sino que se multiplicaron
Saludos