Nacho, la abuelita al día siguiente se tuvo que tomar una clarita (cerveza + gaseosa) para la resaca. Y estaba tan torpona que se le cayó también en el recipiente del agua de Micifú. Esa mañana la abuelita y el gato se echaron una siestecita al solecito invernal
Lorette, algunos de los cactus ya los has visto en la guarida del Dr. Weed,
Albaladejo, otro día contaremos lo de la bocasana Fred, que es de auténtica pesadilla. Pero ira, para que te hagas una idea de las barbaridades del Dr. hoy va una historia más light.
Estaba la pobre abuelita muy triste porque en los análisis le habían detectado colesterol y el médico le recomendó que por las noches cenara bróculi, cosa que a la abuelita no le hacía ninguna gracia.
Y en eso, el malvado Dr. Weed vio el bróculi (un bróculi romanescu) en el banco de la cocina y vio que éste tenía la forma fractal (se dice que una figura es fractal cuando su estructura básica se repide a diversas escalas), su retorcida mente comenzó a maquinar.
Recordó la alta cotización de los cactus que adoptan formas fractales . Así que, ni corto ni perezoso, se apropió del bróculi de la abuela y sobre su tallo injertó un astrophytum myriostigma.
Miren los resultados del obsceno experimento del perverso Dr. Weed:
Astrophytum myriostigma lotusland
Y la abuelita, ¿qué hizo?
Vio que había desaparecido el bróculi y con cara resignada se dirigió a la despensa, sacó unos chorizos y unas morcillas que se zamparon entre ella y Micifú y al Dr. Weed no le dieron nada de nada.
Saludos
Vicent