Ahí está el tema. Dado que sería desaconsejable y absurdo cualquier pretensión o intento de replantar el cardón a su lugar de origen, ante el hecho consumado e irreversible (ya no sirve de nada quejarse), lo que hay que hacer es exigir a los responsables sevillanos de parques y jardines que extremen los cuidados y que lleven entre algodones a este gigantón, procurándole una larga vida en su actual ubicación, incluso convirtiéndolo en una especie de icono de la ciudad, situándolo como un punto importante de atracción en las guias turísticas. Hay que ponerlo en el mapa! Yo mismo no estuve en Sevilla en la expo (lo confieso


Sin embargo, y para empezar, no me gusta nada la accesibilidad de la planta a cualquier gamberro que pase por ahí y quiera dañarla (hablo basándome en las fotos). Para mí el asunto es ese. Hacer que SEvilla se merezca tener un regalazo como este en casa. Del mismpo modo que el zoo de Madrid extrema los cuidados para que vivan y se reproduzcan los pandas.