
LOS MANTECADOS DE LA ABUELA
"De los muchos bellos recuerdos que tengo de mi niñez, pocos habrán tan memorables cómo las delicias que preparaba mi abuela Doña Pacita, en aquella cocina a leña sureña, tiznada y olorosa.
Los enormes tarros en la despensa escondían los más variados y preciados manjares, destacando entre ellos, a mi goloso entender de niña, las galletas de miel, las de coco y mis favoritos; los mantecados. Con pesar he de confesar que nadie en la familia logró aprender la receta de éstos últimos, y aúnque las razones que me han dado nunca me han dejado del todo satisfecha, debo reconocer que son, al menos, atendibles. Según cuentan los cercanos, el día de la confección de los dichosos mantecados, se levantaba Doña Pacita antes que asomara el sol, y en un mesón de buenas dimensiones, vaciaba tan enorme cantidad de harina, directo desde el quintal, que ya se le hacía imposible al observador decir con exactitud cuanta utilizaba. La manteca era agregada de similar manera, y si entramos en el terreno de la preparación de tales empolvadas delicias, todos concuerdan en que no existiría hoy en día repostera alguna, con la paciencia necesaria para dejar la masa tan delicadamente unida, sólo a punta de esgrimirle suaves golpecitos de uslero.
Pués bien, una vez explicado el porqué no puedo compartir la famosa receta de mi abuela, paso entonces a entregarles dos versiones que he encontrado en unos recetarios españoles. Cada quién verá con cual se queda, pués ambas están muy buenas. Les aseguro que son deliciosos, así que ¡anímense a prepararlos! "
RECETA 1
Ingredientes:
Setecientos gramos de manteca de cerdo, ojala fresca, cien gramos de azucar flor, un cuarto de litro de vino blanco, un kilo y medio de harina.
Preparación:
En un recipiente a propósito batiremos la manteca hasta que se ponga sumamente esponjosa. Entonces procederemos a añadir el vino y, poco a poco, la harina hasta que quede formada una masa consistente a la que daremos golpes contra la mesa para no trabajarla con las manos. Extenderemos la masa después con el rodillo de un dedo de grueso, cortándose con la boca de un vaso los mantecados. Los ponemos en una placa dejándolos al fresco durante toda la noche. A la mañana siguiente se cuecen en un horno fuerte (pero sin tostarlos), se sacan y se rebozan en azucar flor.
Esta es la receta tradicional, aconsejamos añadir levadura de panadero para conseguir que estén mas huecos. Y por supuesto no es necesario dejar una noche al relente sino que puede depositarse en el frigorífico la masa durante durante 6 horas.
RECETA 2
Ingredientes:
170 gr. de manteca de cerdo
150 gr. de azucar
500 gr. de harina
2 yemas de huevo
la punta de una cucharilla de canela
Elaboración:
Batir durante un buen rato la manteca de cerdo, añadir las dos yemas y el azucar volviendo a batirlo.
Cuando este todo muy unido incorporar la harina y la canela. Se trabaja todo extendiéndolo sobre la mesa y se corta en la forma que se desee.
Colóquense en las placas y métanse en el horno espolvoreándolos de azucar glas cuando estén cocidos.
Un lindo recuerdo que comparto con cariño

PAZ