Poco antes de viajar a Cheste, un día amanecieron en la malla de mosquitero de una de las ventanas de la casa..


La curiosidad pudo más que la manía de la limpieza


Cuando regresamos nada había cambiado

pero a las pocas semanas ...


Los recién nacidos resultaron ser unas extrañas y cabezonas oruguitas


Se movían muy rápido, y se pasaron todo el día formando curiosas figuras en el mosquitero



Hasta que a la mañana siguiente todas desaparecieron

Tan solo dejaron este recuerdo...

Ni idea de lo que era...

Saludos
